La contemplación, la escucha, el reconocimiento y el juicio: estos son los cuatro puntos cardinales que forman la Katharsis del Teatre Lliure. Por cuarta edición, artistas internacionales y locales se unen en una programación que va mucho más allá de las escenas, la interpretación y el teatro. Y es que... ¿Una farmacia ficticia en la plaza de Margarita Xirgu puede ser teatro? ¿O se aproxima más un paseo por el Lliure guiado por una intérprete que es, a la vez, directora? ¿Una instalación que se disfruta individualmente entra dentro de las fronteras del género? ¿Qué puede considerarse una obra de 5 horas de duración?
Con seis propuestas que rompen totalmente con lo establecido y con todas las normas que se puedan haber escrito en torno al arte escénico, la programación de Katharsis surge de la intuición y la voluntad de dar espacio y voz a artistas que no siguen los movimientos artísticos convencionales. Por el contrario, responden solamente a sí mismos y con voz propia, como es el caso de 'La Plaza' de El Conde de Torrefiel, una obra que resulta el final de una pieza que ha durado 365 días y en la que no ha pasado absolutamente nada.
Todas estas propuestas tienen lugar durante dos semanas y están pensadas para que puedan combinarse para tener una experiencia más completa, sobre todo durante el fin de semana, cuando se puede asistir a dos o tres espectáculos en un mismo día. ¿Preparados para llevar el género a sus extremos?