Romper el silencio
Es el turno de las voces silenciadas. Ahora, el público le toca callar y escuchar a nueve chicas, de entre 13 y 17 años que hacen de altavoz de más de 100 testigos. Un espectáculo lleno de magia, música, danza e incluso humor, en el que se cruza la dura realidad de las menores con relatos imaginarios y poéticos. La voz de las adolescentes grita con fuerza para dar su visión del mundo y visibilizar las historias de violencia, recogidas a partir de casos aparecidos en la prensa o de experiencias vividas por ellas mismas o sus compañeras. Suben al escenario y toman el control para hacer mucho ruido.