Reseña

Una casa a l'est

3 de 5 estrellas
  • Teatro
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

Dramaturgia y dirección: Laura Mihon. Intérpretes: Arántzazu Ruiz, Adrià Olay, Pau Sastre. 
 
Laura Mihon, dramaturga y directora de orígenes rumanos, ha escrito un drama que bebe de la intrahistoria de su propio entorno familiar entre los estertores del régimen totalitario de los Ceausescu y los primeros pasos de una libertad imperfecta. Pero también es la tragedia sin pasaporte de un ir viviendo marcado por el ojo vigilante de una tupida red de colaboradores y delatores. Un estado asfixiante que Orwell convirtió en literatura, denunciando la deriva dictatorial de la Unión Soviética, pero que alcanzó su perfección burocrática con la Alemania nazi y la sociedad policial de la antigua RDA. Es fácil recordar el voyeurismo institucionalizado de 'La vida de los otros'.
 
Mihon parte en 'Una casa a l’est' de un punto de vista diferente. Estructura su texto igual que el abarrotado archivo de la escenografía. Una vez superado el prólogo de los hermanos descubriendo que existen secretos de familia escondidos entre los recuerdos, la secuencia dramática se ordena como la investigación de un documentalista: se abre el cajón de un archivo, se elige una carpeta y allí espera un trozo de vida. Buena idea, con personajes interesantes, que se desarrolla quizá con excesiva prudencia: las historias personales que renacen entre el polvo de viejos informes se presentan como un fragmento de todo lo que podrían compartir.
 
El responsable del archivo ya tiene él solo un monólogo, como el rescatador de libros de 'Una soledad demasiado ruidosa' de Hrabal; igual que Victor R., el tío desaparecido durante la dictadura, o los propios progenitores enfrentados a sus propias verdades recopiladas en sus informes secretos. De cada regala un apetitoso 'tast' biográfico.

Detalles

Dirección
Precio
14-21 €
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