Un sublime error

Gonzalo, Álex y Kristin son tres amigos cuyas vidas han estado ligadas por vínculos que van más allá de la simple proximidad anímica. Son un triángulo casi perfecto, donde los dos hombres son como los dos lados de un espejo, uno alegre y risueño (Gonzalo) y otro preocupado y reflexivo (Àlex). En medio, ella, sin quien no pueden vivir y centro de sus vidas. Uno de ellos acaba de morir, Gonzalo. Dentro de su ataúd, con los ojos abiertos, rodeado de los dos seres que más ha amado en la vida y de otros amigos y conocidos, se dispone a relatarnos su existencia.

Gonzalo Cunill, con un vestido blanco, interpreta a todos los personajes de esta obra de orfebrería escrita por Jan Lauwers inspirada, quizá, en 'La muerte de Ivan Ílitx', de Lev Tolstoi, donde, desde el principio, ya sabemos que el protagonista está muerto. Ambos, además, caen de una escalera. Y ambos autores, Lauwers y Tolstoi, componen un texto delicado y profundo sobre el sentido de la vida, sobre el camino a recorrer para contemplar el mundo en su totalidad.

Él es, sobre todo, el Gonzalo personaje, el que quiere abrazar al público, el que canta las verdades con una sonrisa en la boca

Cunill es un ser volátil que se mueve en torno a una construcción de cristal que parece estar a punto de caer. Él es, sobre todo, el Gonzalo personaje, el que quiere abrazar al público, el que canta las verdades con una sonrisa en la boca, quien narrará su pasado y el presente de todos nosotros, espectadores, mientras se despide. Y no necesita ningún artificio para agarrarnos del cuello y sumergirnos lentamente en una función deliciosa, cruda y severa, pero a la vez tan bella y cercana.

'Un sublime error' es una pieza casi íntima de Lauwers, un autor y director flamenco que hace veinte años nos dejó boquiabiertos con 'Isabella's room' y de quien, con su Needcompany, hemos podido disfrutar de muchos espectáculos buenos en nuestro país. Trata como nadie el luto y a menudo salen bogavantes en sus obras. Aquí, también... Lauwers es uno de los grandes dramaturgos de nuestro tiempo y cuenta con uno de los mejores actores de Barcelona, ​​fiel colaborador suyo, al que ha hecho un regalito sublime.