3 obras que no os podéis perder en el Teatre Lliure este diciembre

Una nueva mirada actualizada y muy moderna de este clásico de la literatura rusa de Anton Chéjov. Un montaje realizado en colaboración con el festival Temporada Alta, a cargo del director lituano Oskaras Koršunovas y con actores y actrices catalanas como Julio Manrique, Ivan Benet, Anna Güell, Julia Truyol, Carme Sansa y Lluís Marco entre otros que os sorprenderán como nunca.
El tedio, la vida derrochada, el amor no correspondido o el trabajo interminable son las pesadillas que persiguen a los personajes de esta obra hacia un final apocalíptico e inevitable. Protagonistas que arrastran dolores de cabeza que, incluso más de 100 años después, siguen siendo problemas de nuestra sociedad. Y todo, desde la perspectiva más europea del siglo XXI.
Un encuentro entre el talento de casa y la singularidad de este director reputado.

Es curioso darse cuenta de que, cuando proyectamos la palabra 'casa' en nuestras mentes, todos pensamos en lo mismo y, al mismo tiempo, todos pensamos en cosas distintas. En esta compleja, pero aparentemente sencilla, palabra es donde profundiza la formación Cross Border y la directora Lucía Miranda en 'Casa'.
¿Qué es? ¿Qué representa? ¿Cómo ha cambiado su significado (y valor) con la gentrificación, la migración, la crisis económica, la crisis de los refugiados y el feminismo?
Partiendo del artículo 47 de la Constitución, subirán al escenario esta palabra en forma de una obra de teatro documental verbatim que reflexionará de todas las situaciones, felicidades y dificultades que engloban un concepto tan universal como este.
Una obra que recopila las definiciones, sensaciones y observaciones de 40 personas muy diversas a las que se les preguntó qué era 'casa' para ellas.

¿Os animáis a pasear por la Barcelona de los años 70 y 80 de la mano de José Tenorio? Sobre el escenario os espera una ruta que mostrará la disidencia sexual y de género de la ciudad a partir de la vida de esta figura.
Úrsula Tenorio Lalinea, al frente de la dramaturgia y la dirección de la obra y bisnieda de Tenorio, ha emprendido un camino de memoria colectiva para reconstruir la identidad de José a partir de testigos personales. Un camino que culmina aquí, en esa obra.
Hijo de Cádiz, desde muy joven Tenorio tuvo claro que quería ser transformista y en 1971 pisó la ciudad para probar suerte en los escenarios. Después de toda una vida reservada de cara a la familia y abierta de cara al público, en 1993 murió de sida en su pueblo natal, La Línea de la Concepción. Su historia real y el motivo de su muerte fueron escondidos, pero, ahora, su vida y la de otras muchas personas son iluminadas con los focos de esta obra.
Un retrato íntimo y un homenaje a la vida de un colectivo obligado a enterrarse a sí mismo.