De: Brian Friel. Traducción: Joan Sellent. Adaptación: Joan Yago. Dir: Ferran Utzet. Con: Enric Auquer, Janny Beacraft, Ivan Benet, Òscar Intente, Monste Morillo, Albert Prat, Júlia Truyol, David Vert y Ramon Vila.
Ya no estamos acostumbrados a ver montajes como este, con grandes historias contadas a fuego lento, con delicadeza, con un actor por personaje, lo que nos permite ver cómo crece, cómo cambia. La obra de Brian Friel tiene esta capacidad irlandesa de cautivarte a nivel melancólico, de hacerte olvidar de todo lo que has vivido antes de entrar al teatro. Con el director, Ferran Utzet, que te acaricia con un guante de terciopelo con las miradas del Teniente Yolland (magnífico Ivan Benet), la locura del maestro Hugh (acertado Ramon Vila) o la transformación emocional de Owen (camaleónico David Vert) .
Nos habla de Irlanda, 1833, y quizás le sobra el tono pedagógico, con los apartes históricos. Y habla de nosotros, no del país, sino de las emociones que sentimos, el bien y el mal, el amor y el compromiso. ¡Una gran función!