Autor: Philip Ridley. Traducción: Adriana Nadal. Dirección: Pau Roca. Interpretación: Ariadna Cabrol, Wanja Kahlert, Adrià Montaña, Anna Pasqual y Pau Roca.
"Cuando pierdes a un hijo se crea un agujero negro en el universo", leemos antes de entrar en la sala de la Beckett. Dentro, nos da la bienvenida un frasco de mermelada donde flota la imagen de un feto, iluminado con neones. Lo observamos, de pie, hasta que Pau Roca y Ariadna Cabrol entran en escena con una conversación lúbrica, húmeda, sexual. Dicen que estiran la anilla de una granada y de repente, todo gira. Tres presencias invitan al público a circular por la sala, generando una corriente que hace entrar en el espacio imaginario de 'Tender Napalm'.
La compañía Sixto Paz, residentes de la Beckett la temporada 16-17, ha dado vida al texto de Philip Ridley con una propuesta muy gestual, hecha en colaboración con la compañía de circo contemporáneo PSiRC, integrada por Wanja Kahlert, Adrià Montaña y Anna Pascual. La mímica y el trabajo de los cuerpos ayuda a viajar por el tiempo y el espacio: una isla desierta, habitada por monos, serpientes gigantes y rocas con forma de ballena. La presencia de los alienígenas que hablan un lenguaje extraño. Y, de nuevo, la fiesta de cumpleaños donde comienza la trama. "¿Has visto qué vistas?" se repiten los protagonistas. Son supervivientes de un cataclismo -a ratos recuerdan las criaturas perdidas del 'Mecanoscrito del segundo origen'- y luchan con violencia para superarlo.
La historia de Ridley es como un rompecabezas abstracto y algunas piezas cuestan de encajar, pero una escenografía mínima, muy basada en la iluminación; la interpretación, entre dulce y violenta de Roca y Cabrol, más la presencia bien integrada de los PSiRC, hacen que la propuesta resulte sugerente. Ya lo advierte el director en el programa de mano: el amor, como el napalm, se inflama, quema, destruye. Y quizás, cuando parece que ya no queda nada, llega la regeneración.