Texto: Friedrich Dürrenmatt. Dirección: Marta Domingo. Con: Xavier Alomà, Oreig Canela, Boris Cartes, Lara Correa, Oriol Guinart, Lluís Marquès, Andrea Martínez, Eleazar Masdeu, Raül Perales y Laura Riera.
Un director de teatro es muy libre de matizar aquello que está escrito con el tono que más le plazca. Si la actriz Marta Domingo, que debuta con este montaje como responsable de la dramaturgia y la puesta en escena, decide que 'Ròmul, el Gran' de Dürrematt es una farsa, bienvenida sea su elección siempre que sea coherente de principio a fin. No vale olvidarse de la fácil juerga de seseos y ceceos –como una de “romanos” leída por los Monty Pyhton– cuando la cosa se pone dramática e introspectiva y los personajes descubren sus verdaderas intenciones y sentimientos.
Hay que tener la capacidad o la valentía para mantener la fuerza simbólica de la farsa incluso en los momentos en los que no parece la solución más adecuada. Se podría llegar a pensar que es un recurso instrumental para tapar carencias, propias o de la compañía. Es la sospecha que se impone en un montaje de muy bajos vuelos y altas pretensiones metafóricas en el que cuesta ver en el reparto –con la excepción de un esforzado Oriol Guinart como Ròmul– a profesionales de la interpretación que han pasado por el Institut del Teatre.