Peter Pan necesita el polvo mágico del hada Campanilla para volar. Ramon lleva 39 años en volandas de una inmarchitable adolescencia. Hasta que la realidad de una enfermedad degenerativa sin cura sacude a la familia y agota de golpe toda la magia. Y Ramon se da de bruces contra el duro suelo de la responsabilidad del adulto. Ramon es un magnífico Francesc Ferrer que asume en solitario la orfebrería dramática que es el texto tragicómico escrito por Mar Monegal. Sin saber cómo el espectador pasa de la levedad de una 'stand-up comedy' a un honesto realismo dramático que mantiene un buen equilibrio entre la dimensión emocional y la lección de vida que, a pesar de todos los duelos, impone la dictadura de lo cotidiano.
Ferrer domina todos los escenarios que propone la obra, adaptándose sin esfuerzo a esa gran metáfora sobre el alzheimer que es el mismo texto y la puesta en escena, también dirigida por Monegal: desde las primeras y aisladas señales que parecen no interferir en la normalidad hasta las últimas etapas que absorben toda la energía de los cuidadores, trastocando el espacio y el ánimo.
Autoría y dirección: Mar Monegal. Interpretación y composición musical: Francesc Ferrer.