Annie Ernaux es, sin duda, la escritora más influyente de nuestro tiempo, con millones de seguidores, y no es de extrañar que con el premio Nobel de literatura otorgado en el 2022, no hayamos tardado mucho en ver uno de sus textos memorialísticos subir a un escenario. La encargada de hacerlo ha sido Lucia del Greco, que ha elegido una novela de 1992, 'Pura pasión', en la que cuenta la breve, extraña e intensa relación que mantuvo con un hombre más joven que ella poco antes.
Se trata de un texto corto (80 páginas), directo y escueto, donde la narradora se desvive para que su amante haga acto de presencia. Es un hombre casado del este de Europa, diplomático, una década más joven, que le llama sólo cuando quiere acostarse con ella. Ella acepta las condiciones sin poner ningún impedimento y vive esperando el encuentro mientras se pregunta cuánto tiempo va a durar. Se desvive por él, muere por él.
Cristina Plazas es la encargada de dar vida y cuerpo al personaje, alguien que cuenta fríamente, sin pasión, esa pasión carnal vivida. Empieza la función tumbada en una especie de mesa de disección forense con un motor de moto colgado encima. Durante la hora de montaje, mientras cuenta qué le pasó entre 1989, el año en que Michael Chang gana Roland Garros, y 1991, cuando estalla la primera guerra de Irak, irá desmontando el artefacto y se relacionará con él como si fuera un cuerpo del hombre.
La idea de comparar a un hombre con un motor de combustión es atrevida, brillante
La idea de la directora, Lucia del Greco, es atrevida, brillante, eso de comparar a un hombre con un motor de combustión. Que lo deshaga también es una buena metáfora del proceso que sigue a la narradora. Pero el problema aparece cuando la acción está por encima de la palabra, cuando tenemos una actriz excelente preocupada, cara de hielo, a una tarea mecánica, destornillando, cogiendo, estirando... No se lo pone nada fácil, vamos.
Del Greco sabe que tiene ante un personaje que podría ser el de Madame Merteuil de 'Las amistades peligrosas', pero escrito por una autora contemporánea, que asume la sexualidad femenina desde otro lado, totalmente opuesto. El título lo dice todo: 'Pura pasión'.
El otro problema de la pieza aparece cuando la adaptación de la propia directora se nos presenta demasiado literal, que no significa literaria. Hay construcciones que no acaban de funcionar en el lenguaje oral, que chirrían: algún adverbio fuera de lugar, algún sustantivo raro... Quizá ocurra porque en la ficha técnica se nos dice que Del Greco ha traducido la obra del italiano (Ernaux escribe en francés), obviando la versión existente catalana de Valèria Gaillard publicada en 2022 por Angle.
Sin embargo, estamos ante un intento defendible de un texto que, en la época, fue revolucionario y que hoy, 30 años después, está más vigente que nunca.
No te pierdas la lista de las obras recomendadas que hay en la cartelera ahora mismo.