Autoría y dirección: Oriol Vila y Raquel Salvador. Intérpretes: Albert Baró, Artur Busquets, Elisabet Casanovas, Adrian Grösser y Albert Salazar.
¿Qué aplaudía la juventud, incluso en pie, al terminar la primera función de la 'reprise' del espectáculo 'Paradise' en el Poliorama? ¿Eran conscientes de que habían visto una obra con una vetusta visión machista de las relaciones sexuales? ¿Se habían dado cuenta de que sus esporádicas risas eran reacciones instintivas a la palabra gruesa, a la exageración gestual descontrolada, a la 'gracia' de un disminuido que toma el pelo a sus hermanos, a la ridiculización del travestismo? ¿O quizás aplaudían sólo a unos jóvenes intérpretes con los que habían empatizado en series como 'Merlí' y 'La Riera', con su energía y indudable simpatía?
Ciertamente que el texto y los perfiles de los personajes tienen la altura de miras y la ambición artística de una comedia picante del viejo Paralelo. Ciertamente que las historias son tan banales y con un punto de sentimentalismo ridículo que las hacen ligeras como un golpe de aire. Ciertamente que la dirección es inexistente y ciertamente que sólo el personaje narrador, la prostituta Veroshka, logra una cierta credibilidad y que Elisabet Casanovas saca provecho de todo esto. Resulta curioso ver esta propuesta en el Poliorama. En un escenario menos emblemático, nuestra opinión sería por supuesto más benevolente.