Estambul es una geografía física y humana a la vez real y mítica. Una ciudad entre dos mundos. Asia a un lado y al otro, Europa, que decía el capitán pirata de Espronceda. Una ciudad que separa y une rodeada de un aura que atrae, o lo hacía. La pasión turca de Gala / Aranda es hoy una megalópolis de casi 20 millones de habitantes sometida como todo el país a los caprichos del 'emir' Erdogan, su deriva islamista y a sus vigilantes de la moral que censuran por las calles las conductas inapropiadas, como la de cantar.
La Estambul de Yeşim Özsoy, la autora del texto, se llama a contrapié pero le sería más adecuado a regañadientes. Özsoy quiere a Estambul y no le gusta lo que está pasando en su ciudad. Un espectáculo impresionista que muestra la confrontación actual entre dos maneras de entender el mundo y revela como la imposición religiosa ahoga la libertad y la ilustración. Una poética polifonía de voces bien templada que ilustran el día a día de los ciudadanos y que, al fin, dejan un regusto amargo. Otra vez la Constantinopla del siglo XV conquistada por el fundamentalismo.
Autoría: Yeşim Özsoy. Dramaturgia y traducción: Carles Batlle. Dirección: Joan Arqué Solà. Interpretación: Mercè Aránega, Francesc Ferrer, Jordi Figueras, Elena Fortuny, Carles Gilabert, Magda Puig-Aida Oset.