A pesar de tratarse de una familia peculiar, dicho sea en el sentido amable de la palabra, los Coleman conquistan el corazón de los espectadores allá donde van. Lo hicieron en la versión original argentina hace unos años y seguro que volverán en la versión catalana bajo la dirección del autor, Claudio Tolcachir. Un familia nada convencional pero con perfiles humanos y sentimientos muy reconocibles alrededor de una abuela que hace frente a las peculiaridades de sus queridos con una admirable normalidad.
Una madre permanentemente desubicada, un hijo que no se sabe si está o si se ha ido y otro hijo con algún trastorno que ningún psicólogo ha conseguido averiguar y que protagoniza los gags más divertidos de un texto que camina sobre el humor en un contexto bastante dramático, como se corroborará con el cruel final.
Esta es una obra de actores y actrices, sin artificios, un texto que funciona por el ritmo, por la precisión a la hora de colocar cada frase, por las inflexiones de la narrativa escénica y al cabo por la música del lenguaje que Tolcachir, pese a no conocer el idioma demasiado bien, ha conseguido que suene perfecto. Mérito sin duda de un excelente reparto. Un imperdible.
Autor y director: Claudio Tolcachir. Traducción: Jordi Galceran. Intérpretes: Roser Batalla, Bruna Cusí, Josep Julien, Francesca Piñon, Vanesa Segura, Ireneu Tranis, Sergi Torrecilla y Marc Rodríguez.