Adaptación y dirección: Joan Ollé. Con: Ivan Benet, Judit Farrés, Mario Gas, Pep Munné.
La biografía de Jaime de Gil de Biedma es esencial para seguir la historia del franquismo en Barcelona, el de aquella gente que aprendió a vivir, como decía él, como si el dictador no existiera, sin olvidarse nunca de los que sufrían, los que no podían obviarlo. Y Joan Ollé ha hecho 'Las personas del verbo' a partir del personaje, multiplicando su voz por tres, tres actores de diferentes edades (Ivan Benet, Pep Munné y Mario Gas) que ofrecen una riqueza interpretativa al montaje que no habría tenido con una única voz. Pero a menudo el personaje, total, enorme, tapa el poeta y salimos del teatro con ganas de haber escuchado más versos del poeta más importante de su generación, con permiso de Gabriel Ferrater (por cierto, ¿cuando se atreverá alguien a llevarlo a escena?).
Ollé opta por la frontalidad, al estilo 'La plaza del Diamante', para captar los modos del personaje, para llevarlo de la escena a la platea, para que el público pueda mirarlo fijamente y conocer su historia. Esto hace que la primera parte, un poco demasiado discursiva, no coja vuelo hasta la intervención de Gas, precisamente con un poema del poeta. En la segunda parte ya hay más verso y menos prosa, lo que hace que el montaje nos lleve a ese maravilloso 'Coral romput', que de la escena salten chispas, no sólo palabras... La función termina sin que sepamos nada nuevo del poeta, y con más ganas de coger sus diarios que releer sus poemas.