Un drama humano escrito y dirigido por Iñaki Garz del que se sirve Carles Canut para mostrar toda su sabiduría interpretativa manejando con habilidad el dolor y el escepticismo y jugando con inteligencia la cómica socarronería de este tipo de tragicomedia. Carles Canut es el perfecto contrapunto de color en una historia de grises tormentosos, de mediocridades asumidas, lo que otorga una absoluta credibilidad a la historia
La identidad sexual, cómo hacer frente a la muerte ante una enfermedad terminal y las complicadas relaciones familiares son el núcleo de este texto, bien dirigido, de talante doméstico que mezcla a la perfección humor y ternura.