La memoria recuerda aquel primer y lejano montaje catalán de 'La reina de la bellesa de Leenane', dirigido por Mario Gas, como un drama oscuro y rural con ráfagas de humor sádico. Un Dickens de violencia explícita. Veinte años más tarde, Julio Manrique recoge el fundacional texto de Martin McDonagh para darle un tono más suburbial, más social y con una comicidad más directa y evidente. Historia tremebunda de relaciones destructivas y tóxicas entre una madre y su hija con el guiñol trash de 'Little Britain'.
Sebastià Brossa las enclaustra en una isla-fortaleza de realista miseria humana rodeada por charcos de lluvia. Un foso de inclemencia por el que Manrique hace correr a sus intérpretes en una espléndida solución para la cadena de elipsis. Una dirección, por otra parte, llena de esos detalles -como la convivencia de diferentes tiempos narrativos- que hacen de este montaje un triunfal regreso a la opera prima de McDonagh. Éxito subrayado por el gran trabajo interpretativo de las dos actrices (Marissa Josa y Marta Marco) y los dos actores (Enric Auquer y Ernest Villegas). Una espléndida Marco (Maureen, la hija) tanto en las escenas más crudas como en las de esperanza e intimidad con un muy afinado Villegas (Pato, el hombre que podría salvarla).
Autor: Martin McDonagh. Dirección: Julio Manrique. Con: Enrique Auquer, Marissa Josa, Marta Marco y Ernest Villegas.