Dramaturgia y dirección: Pau Masaló. A partir de 'Platònov' de Anton Chéhov. Con: Júlia Rodón, Toni Guillemat, Cristina Arenas, Eduard Autonell, Aleix Melé, Marina Congost, Gerard Nel·lo, Pau Masaló.
La idea de Pau Masaló de concentrar la acción del 'Platonov' de Chéjov en doce horas, del atardecer de una fiesta de bienvenida a la mañana posterior, es buena, sobre todo si sólo cuentas con seis intérpretes, un espacio reducido y buscas sintetizar el esencia de la pieza, la descripción de un mundo moribundo a través del retrato de un maestro de escuela que ha renunciado a todo lo que creía para convertirse en una caricatura de sí mismo.
Pero para hacerlo y llegar al fondo de la cuestión, necesitas algo más. Y aquí me refiero a unos actores un poco más experimentados, que puedan matizar los personajes y, cuando están solos en escena, levantar el drama sin caer en el histrionismo. Las escenas corales funcionan, el director nos ofrece apuntes interesantes, sabe hacerse suyo el espacio, pero cuando llega la tragedia, cuando Platonov se da cuenta del lío que ha ha tejido, cuando todo empieza a pudrirse y el foco cae encima de él, la estructura chirría, se tambalea y se va a pique.