Memoria de mayores como la abuela Encarnació. Ella y su familia son los protagonistas de una historia que arranca en 1936 y viaja hasta el 2015. Una historia cualquiera que Meritxell Yanes, actriz, ha querido rescatar del olvido y que se ha convertido en un entrañable espectáculo de la mano de la dramaturga y directora Marilia Samper. No se trata de un fresco histórico sino de la evocación de la familia de la actriz a través de fotografías, fragmentos de diarios personales y algún que otro recuerdo oral.
Una recapitulación histórica que todos deberíamos hacer algún día. Una tierna mirada para preguntarnos de dónde venimos y cuantos kilómetros recorrieron nuestros queridos antepasados para que nosotros llegáramos hasta aquí.