Václav Havel concebía su teatro como un espacio para la reivindicación ética. Es el rasgo principal de Vanek, protagonista de tres de sus piezas breves. Un carácter autobiográfico que comparte con su creador la misma escala de valores y como él se presenta como intelectual represaliado, disidente, que guarda como un tesoro la defensa de sus ideas frente a las presiones del sistema. Coacción que puede ser abierta como en 'Audiència', o sutil como en 'Vernissatge'. En ambas, Havel responde con las armas del grotesco, con los antagonistas atrapados en su absurdo kafkiano.
Pere Arquillué subraya en su debut como director el tono de cruel farsa de las dos piezas, convirtiendo al protagonista (excelente Joan Carreras) en un irónico y estupefacto observador de los extraños comportamientos de sus congéneres. Arquillué fuerza el humor cruel, incluso sacrificando la sensación de amenaza. Quizá influido por la brillantez con la que Declan Donnellan ilustró la locura de 'Ubu Roi', este díptico lleva al límite la caricatura corrosiva para hacer de la denuncia de terciopelo un feroz guiñol, muy bien defendido por Josep Julien (en un doble papel) y Rosa Gàmiz.
Autoría: Václav Havel. Traducción: Monika Zgustová. Versión/adaptación: Anna Maria Ricart. Dirección: Pere Arquillué. Interpretación: Joan Carreras, Rosa Gámiz, Josep Julien.