El nuevo espectáculo de Els Pirates Teatre se basa en la piedra angular de la obra de Joan Brossa: el fregolismo. Leopoldo Fregoli, virtuoso del transformismo. En los 60 le compuso un monólogo a este personaje singular; pero además inspiró toda su visión poética. 'Gran Fracaroli' tituló su homenaje. Y ese (casi) es el nombre de una función que entre cortinajes de rojo terciopelo despliega todas las artes parateatrales que fascinaban al poeta: magia, clowns, striptease, transformismo y la música servida por una orquestina queparece escapada de un fotograma de 'La Strada'.
La compañía se entrega en cada una de sus encarnaciones de un programa clásico de cabaret, demostrando tanto amor por los llamados géneros menores como dificultad de llevar a su terreno – ninguno se habrá visto antes en semejante tesitura como intérpretes- unas maneras de hacer normalmente ejecutadas por especialistas. Si las dos reinterpretaciones de un número de striptease son excelentes, no acaba de funcionar el dedicado a Fregoli. Número central que muestra que la ilusión no compensa del todo un voluntarioso virtuosismo.