Dirección escénica: Victor Alvaro. Dirección musical: Xavier Torras. Coreografías: Bealia Guerra. Con: Ariadna Suñé, Lluís Canet, Lluís Parera, Marta Capel, Marc Pujol, Gracia Fernández, Joan Vázquez. Músics: Gerard Alonso, Albert Abad, Laura Marin.
Si Dagoll Dagom pudo inspirarse en la nostalgia de 'Follies' para el 'Flor de Nit' original, Víctor Álvaro ha podido encontrar en Bob Fosse el referente para su adaptación. ¿Cabaret? Eso apostilla el cartel. El telón translúcido evoca otra producción “fossiana”: 'Chicago' en la versión “en concierto” que se estrenó en Broadway en 1996. Después llegan los movimientos marcados por Bealia Guerra y el homenaje es insoslayable.
Minimalismo que no parece del todo una opción estética. Entre la estudiada iluminación de Quico Gutiérrez –sobre su trabajo recae toda la sofisticación del montaje–, se entrevén señales de un quiero y no puedo. El esfuerzo no ayuda a definir la propuesta dramática. Si sólo tienes siete intérpretes y un pianista en el escenario es mejor apostar por la austeridad sin titubeos, sobre todo si dispones de una luz, una coreografía y una partitura que llenan con su calidad el vacío. Y hay huella de autor: la ironía –con el lenguaje estereotipado del cine mudo– que añade al drama.