Hasta la penúltima escena, el 'Esperando a Godot' de Ferran Utzet nos parece previsible, el clásico de Samuel Beckett interpretado por dos actores extraordinarios. Nada más. Pero pasa que Didí (Pol López) decide salir del rectángulo que enmarca la escena para dirigirse a la platea. A oscuras, mientras contempla a su amigo, Gogó (Nao Albet), que hace una siesta, dice uno de los pocos monólogos de la pieza, un fragmento hamletiano donde habla de la imposibilidad del recuerdo. Él, el optimista, quien quiere esperar a Godot, pase lo que pase, parece que está a punto de tirar la toalla. Está abatido... Ahora hemos visto a Utzet, pensamos. Ahora hemos visto su 'Godot', encerrado en un marco, un contenedor sin salida de emergencia donde los actores estarán encerrados de por vida. Nunca podrán abandonarlo. Brillante metáfora sobre el teatro, el gran teatro.
'Esperando a Godot' es una obra muy puñetera. Beckett, si dispone de un buen equipo, consigue que estés clavado en la silla durante dos horas sin tener que explicar nada ni hacer que pase nada. Si no, puede ser un palo estratosférico. "No hay nada que hacer", repiten los protagonistas. En las manos adecuadas, cuando todos los engranajes hacen clic, la pieza puede despegar hasta donde el espectador quiera. Y, aunque López y Albet son demasiado jóvenes para hacer de Didí y de Gogó (Vladimir y Estragon), una vez han pasado diez minutos, no puedes evitar pensar que son los mejores actores para darles vida. No importa si dicen que hace 50 años que se conocen. Su viaje de ida y vuelta entre la comedia y la tragedia sólo es apto para intérpretes con muchos registros. Ellos los tienen y los usan.
El montaje de Utzet, donde también intervienen Blai Juanet (Lucky), Aitor Galisteo-Rocher (Pozzo) y un niño, será recordado por el brillante juego teatral que desafía la obra. Y unos actores que se han hecho mayores con ella. Les recordaremos siempre.
Autoría: Samuel Beckett. Traducción: Josep Pedrals. Dirección: Ferran Utzet. Reparto: Nao Albet, Aitor Galisteo–Rocher, Blai Juanet Sanagustin, Pol López y Martí Moreno/Eric Seijo.