Cuando lo mejor de un espectáculo es un trozo de otro, tenemos un problema. Y no es que la versión de Ramon Simó de 'La sonrisa al pie de la escalera' sea un 'collage' de otros montajes, pero la inclusión de elementos ajenos al texto original de Henry Miller, la dramaturgia, provoca ciertas distorsiones, que afectan sobre todo al ritmo de una función que acaba siendo demasiado larga. Bien que la intención es ilustrar lo que nos dice August (Jordi Martínez), el payaso genial que busca la felicidad, pero sales con la sensación de que has visto demasiadas cosas: la historia del mismo espectáculo, suspendido el año pasado por la lesión del protagonista, el cuento del autor norteamericano y varios números de payasos extraídos de aquí y de allí. Con una sola hubiera bastado.
Lo que podría ser un monólogo puro y duro, bellísimo, delicado, acaba siendo un híbrido que no es ni eso ni una función de payasos estilo 'Rhümia', con fragmentos de gran potencia lírica y otros para mearse de risa a la silla. Entre un extremo y otro, no hay casi nada más, a pesar de la buena voluntad de los intérpretes de captar tu mirada, para que no pierdas el hilo de la historia central (la de August). Quizás con un poco de tijeras, todo sería más compacto.
Autor: Henry Miller. Director: Ramon Simó. Traducción: Màrius Serra. Con: Joan Arqué, Oriol Boixader, Tanja Haupt, Griselda Juncà y Jordi Martínez.