De: William Shakespeare. Direcció: Lluís Pasqual. Amb: Aleix Albareda, Jordi Bosch, Jordi Coller, Laura Conejero, Núria Espert, Míriam Iscla, Jordi Llovet, Teresa Lozano, Ramon Madaula, Julio Manrique, Òscar Rabadan, Andrea Ros, David Selvas.
'El rey Lear' es una gran tragedia sobre el amor, entre padres e hijos, básicamente, y la traición. Una obra llena de dolor y rabia. Diríamos que Lluís Pasqual ha tirado justamente del dolor para acercarse a una historia donde reina la hipocresía y la mentira y donde el amor genuino es perseguido y marginado. Y a fe que logra escenas impresionantes e interpretaciones magníficas, pero el conjunto sufre de la falta de un elemento cohesionador que dé forma y densidad dramática a la función.
Sobre el escenario, lo que no funciona va en contra, y es el caso de alguna gran idea como el personaje del bufón que interpreta Teresa Lozano, dañado por la dificultad de entender el texto. Algo que también ocurre en algunas escenas con gritos. Gritar y que se entienda no es fácil, pero es lo que marca la diferencia. El 'Lear' de Pasqual es intencionadamente desnudo y oscuro. Desde el negro cromatismo que sólo rompe justamente el vestuario del bufón y el rojo de la sangre, hasta un espacio escénico neutro y sin decorado, todo está orientado a la palabra. El director renuncia a crear una buena ficción para buscar la autenticidad de las emociones, la expresión del dolor.
Ramon Madaula está soberbio como conde de Kent. Julio Manrique crea una Edgar realmente singular y cautivador. David Selvas, magnífico como intrigante bastardo Edmund. Laura Conejero y, sobre todo, Míriam Iscla, dan a la perfección el perfil de las hijas arpías de Lear, Goneril y Regan. No nos dejamos a Nuria Espert, claro. El suyo es un Lear sin realeza, sin grandeza. La actriz hace un enorme esfuerzo físico y transmite a la perfección la debilidad de la senectud, el dolor del padre engañado, la candidez del enloquecido. Buenos momentos de teatro que valen para toda una función un tanto irregular.