Autor: Federico García Lorca. Dirección: Àlex Rigola. Con: Nao Albet, David Boceta, Ferran Carvajal, Juan Codina, Laia Duran, Irene Escolar, Miranda Gas, Jaime Lorente, Pau Roca, Jorge Varandela, Nacho Vera, Guillermo Weickert.
En 1999 Spike Jonze encontró en la isla Manhattan una puerta que conducía a la mente de John Malkovich. Este 2015 Àlex Rigola ha encontrado el acceso a la brillante cabeza de Federico García Lorca en un momento de catarsis de vida y obra. Es un espacio itinerante que puede recordar a un teatro convencional otras veces visitado y que Max Glaenzel (escenografía) y Carlos Marquerie (iluminación) acondicionan como una placa de petri para que germine y crezca la poesía escénica de 'El público'. Arena oscura, plástico plateado y la ensoñación de un cielo de arañas de cristal. El único elemento vivo que tiene un efecto contaminante sobre los microorganismos poéticos en cultivo es la presencia anímica del espectador.
El director –conocido por dejar huella con rotundidad germánica– no es aquí la sustancia dominante. Él sólo ha creado el entorno propicio para que el plancton lorquiano –imposible hablar de argumento, de personajes, de conflictos, de nada que sea vagamente aristotélico– fluya hacia un público que no tiene nada a que asirse excepto el libre albedrío de aceptar la inmersión y sumergirse en un torrente de imágenes nacidas de palabras. No es una experiencia fácil. La apnea dramática es intensa, incluso dura para quien no se deje llevar por el líquido de las metáforas. Pero es bella, en extremo hermosa en su capacidad de acompañar la obra de Lorca.
Propuesta colectiva con destacados momentos con sus intérpretes: Irene Escolar defendiéndose de la muerte de Julieta, Nao Albet poniéndole música y voz a la canción del Pastor Bobo, Pep Tosar sentando las bases del teatro del futuro ante la sibilina prestidigitación de Juan Codina.