Texto: Marc González de la Varga y Rubén Ramírez. Dirección: Marc González de la Varga. Con: Rubén Ramírez.
En la Flyhard hacen un espectáculo extraño: 'El niño de la tele'. Un monólogo sobre los sueños rotos de un chaval que a finales de los 90 fue popular imitando voces en radio y tele. Dos años duró el brillo de la fama. Luego el declive hasta que el niño cumple los 30 y se planta ante el público para cuestionar su destino. David Trueba también guionizó la gloria furtiva del actor Jorge Sanz, pero en aquel experimento había tanta verdad como ficción.
Marc González de la Varga es más radical en el “regreso” de Rubén Ramírez: ficción la justa. Un realismo casi documental con mínimas concesiones que aporta al montaje una crudeza y una amargura latente que tensa y resquebraja la piel de humor que es la principal herramienta de trabajo y coraza de un monologuista. El espectador, consciente del suave autoflagelo, se sitúa en una posición nada cómoda como testigo de lo que fue y lo que es, y por ver las razones objetivas por las que el chaval también no superó la fase crítica del niño prodigio. Y él lo sabe, tanto como siente con fuerza la necesidad de recuperar sensaciones perdidas.