Autor: Juan Villoro. Direcció: Antonio Castro. Con: Mario Gas, Rosa Renom, Ricardo Moya, Meritxell Calvo, Jordi Andújar.
Antonio Castro abre una mirilla indiscreta para mostrar las interioridades de la élite intelectual mexicana. El autor, Juan Villorio, por sus lazos familiares y actividad no teatral, conoce el mundo que retrata, y lo hace sin la acritud que se gasta Albee. Puestos a comparar mejor recurrir a Reza y su inteligente combinación de comedia con discurso. En realidad, una vez expuesta la jerga filosófica e intuida las miserias de compadreo, rencores y favores por cobrar de cualquier institución, se impone la comedia, las ganas de entretener al público con un personaje central (el profesor) que se presenta como un monstruo (narciso iracundo, ególatra despiadado) para ir puliendo escena a escena sus garras y colmillos hasta que no queda más remedio que sentir una cierta empatía con esa criatura de emociones inmaduras.
Aunque parece que la relación conyugal se asienta sobre un amor feroz y el duelo casero con el filósofo amigo-contrincante es una enorme promesa, la aparición de los personajes secundarios y el propio devenir de la pieza conducen a una progresiva dulcificación de la farsa con sabor a zumo de bayas. Lo mejor, la complicidad entre Mario Gas (el profesor) y Rosa Renom (su mujer).