Director y dramaturgo: Iván Morales. Intérpretes: Isaac Bejarano, Marta Cañas, Elisabet Ferré, Alecs Guixà, Marina Prat, Alba Ramírez, Toni Sánchez, Àngela Tortajada, Àurea Vidal.
En un lugar indeterminado, tal vez un teatro, Thea despierta sin ningún recuerdo ni ninguna pista de su identidad. Allí se encuentra con un grupo de jóvenes, como ella; Wndla, Hansy, Melchior, Ina, Hart-Payne, Martha la Ilse y Max, que le explican que son muertos renacidos, sus cuerpos no están programados para sentir el dolor, son inmortales y están vigilados por unos seres que no pueden ver, pero se pueden en contacto con ellos a través de las notificaciones. Hay unas reglas que deben seguir: no pueden tener relaciones de pareja, no hay lugar para la religión, tampoco pueden hacer Malveí su propio cuerpo, y lo más importante, no pueden marchar del espacio donde se encuentran porque fuera hay innumerables peligros. Bajo techos, cerrados en este espacio, tienen todo lo que necesitan: libros de poesía, de pintura, comida que no les alimenta sino que les da placer ... Estos jóvenes disfrutan de lo que todos nosotros deseamos y sabemos que no lo tendremos nunca: la inmortalidad. No hay duda de que son unos afortunados, o quizás no tanto.
La obra es el montaje final del taller del 4º curso de l’Escola Lliure de l'Escola Superior d'Art Dramàtic (Eòlia).