'El cop desert'
Foto: Fundació Joan Brossa'El cop desert'
  • Teatro
  • Crítica de Time Out

Reseña

El cop desert

3 de 5 estrellas

Projecte Ingenu lleva a escena la primera pieza teatral de Joan Brossa, lo que reclama complejidad e intérpretes totales

Andreu Gomila
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Time Out dice

Estrenar la poesía escénica de Joan Brossa nunca es fácil. Del centenar de piezas que escribió de 1944 a finales de los años 60 solo una tercera parte han llegado a un escenario. Por eso, cada vez que ocurre es una celebración y una nueva oportunidad de darnos cuenta de lo avanzado que estaba a su tiempo. Porque ese teatro no pasa de moda y todavía es vanguardia.

'El cop desert' tiene la peculiaridad de que es, exactamente, la primera pieza teatral que escribió Brossa, con apenas 25 años, en 1944. Es contemporánea en 'Esquerdes, parracs, enderrocs', que Carles Santos y Jordi Oriol nos regalaron unos años atrás en el TNC con un extraordinario montaje. Y nos resuena si tenemos en cuenta que los Cabosanroque la utilizaron para levantar el magnífico 'No em va fer Joan Brossa'.

'El cop desert' merece una visita aunque solo sea para confirmar la grandeza de Brossa

El montaje que han ideado Andrés Corchero y Ana Pérez para la compañía Projecte Ingenu tiene cosas de ambos, sobre todo el cariz sonoro de la instalación de Cabosanroque, con el añadido de cinco intérpretes totales (Georgina Avilés Sarrias, Toni Guillemat Álvarez, Anna Pérez Moya, Mireia Sala Aresté y Neus Pàmies Juárez) que interactúan con la pieza brossiana. No la interpretan, sino que la viven. Su objetivo es seguir Brossa por el camino de Artaud para provocar la poesía para que se manifieste. Así, tenemos una serie de cuadros que desafían la imaginación del espectador contemporáneo en medio de una escena poblada de parterres sonoros por donde los 'performers' bailan, cantan, gesticulan, actúan...

Brossa incluyó esta obra dentro de lo que llamaba poesía hipnagógica, que para J.V. Foix, uno de los primeros que la utilizó en nuestro país, es la irrupción brusca de unas visiones limpias, perfectas, sin relación con el curso actual del pensamiento ni con ningún espectáculo anterior. Esto pide mucho a los directores y en el montaje que hemos visto en la Fundació Brossa podemos decir que, a veces, Corchero y Pérez aciertan de lleno, nos ponen fuera del teatro y del tiempo. Pero en otros quieren demasiado bajo, no desafían a la conciencia.

Me hubiera gustado sentir claro y entero, por ejemplo, el parlamento que cierra la pieza, lo que empieza diciendo: “T'he cercat. T'he cercat entre bruits d'engranatges timbalejant l'oïda. Gement sota llurs albes amb brillantor de rebuig”. Sin embargo, este 'El cop desert' merece una visita aunque solo sea para confirmar la grandeza de Brossa y todo lo que nos queda por por hacer para asumirlo.

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Detalles

Dirección
Precio
20 €
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