Bertolt Brecht

Cómo recuperar a Brecht

Carme Portaceli dirige 'Vida de Galileo Galilei' en el Capitol y nos explica cómo acercarnos al mayor dramaturgo alemán del siglo XX

Andreu Gomila
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Carme Portaceli no para. Vive entre Madrid, donde dirige desde primeros de año el Teatro Español, y Barcelona, donde solapa un estreno tras otra. Con el 'Jane Eyre' del Lliure todavía caliente, se enfrenta a su primer Brecht. Sí, aunque parezca extraño en una directora como ella, el primero. "Siempre que lo he propuesto a un teatro, no les ha apetecido", dispara. Así que se lo ha producido ella misma, con su tropa, la Factoría Escénica Internacional (FEI), que acaba de cumplir diez años, y lo estrena en el Capitol. El título es mayúsculo: 'Vida de Galileo', una obra escrita en el exilio, en 1940, por el mayor dramaturgo alemán del siglo XX.

Un autor enorme que hacemos poco

Hace 30 años, Brecht (1898-1956) era Dios. Era el gran autor del siglo XX, con sus contradicciones y sus aciertos. Patentó el 'distanciamiento', que en teatro significa hacer ver al espectador que lo que tiene delante es un espectáculo, por muy real que sea. Era un autor recurrente. Y sello de la izquierda teatral. Con Brecht, Àlex Rigola se hizo un nombre en Europa, con 'Santa Juana de los Mataderos' (2006). Pero a excepción de su época en el Lliure, cuando vimos algunos alemanes representándolo, como aquel magnífico 'La resistible ascensión de Arturo Ui' de la Berliner Ensemble, hemos visto poco Brecht. Anna Lizaran, por ejemplo, con dirección de Oriol Broggi, protagonizó 'El círculo de tiza caucasiano' (2008) en el TNC. Hemos visto alguna 'Ascensión y caída de la ciudad de Mahagonny'. Pero poco más de un autor mayúsculo. Y más en los tiempos que corren.

Una reflexión sobre el poder

La pieza que dirige Portaceli en el Capitol explica un hecho conocido, como a primeros del siglo XVII, el científico de Pisa tuvo que negar su teoría sobre la rotación de la tierra alrededor del sol para salvar el pellejo. Brecht escribir varias versiones durante el nazismo y, después de la bomba de Hiroshima, cambió el monólogo de clausura en el que Galileo justificaba cualquier daño cometido por la ciencia si ayudaba al progreso de la humanidad. Portaceli destaca "la poética" y la actualidad de la obra en un mundo de posverdad y el poder político interviniendo en todas partes. "Aquí podremos ver cómo el poder se interpone en el avance de la ciencia", dice.

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Una obra contemporánea

"Nosotros hablamos de 1610, pero vestidos como ahora", afirma la directora. El discurso es el de hace 400 años, pero su héroe es una heroína (Laura Aubert) y el contexto es el actual, lo que significa que veremos Galileo paseándose por platós de televisión defendiendo sus investigaciones ante los charlatanes habituales , en el centro de la polémica. El Galileo de Portaceli es, asegura ella, "una manera de atacar las claves del patriarcado". Que una actriz sea el protagonista no es en vano. "Las mujeres no somos aceptadas", afirma. No debemos olvidar que la música del espectáculo es de Love of Lesbian.

Por una directora y una compañía de aquí

Hace diez años y medio que Portaceli y un grupo de creadores estrenaron 'El agresor', la primera producción de la FEI. Van a un par de títulos por temporada y, a pesar de la posición de ella en Madrid, la tropa no piensa parar. Dice no sentirse frustrada por no haber podido acceder a un cargo como el del Español en Barcelona. "No tengo cinco generaciones de catalanes detrás", dice esta mujer nacida en Valencia y con unos 40 años de residencia en la capital catalana.

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