De: Raissa Brighi y Francesca Romana Degl’Innocenti. Con: Raissa Brighi.
Ella le preparó el té en el termo como siempre. Como siempre que él preparaba las maletas para marcharse sin permiso para preguntar adónde iba. Buscó en el escritorio la pistola y le disparo justo entre los ojos. Fin de su matrimonio desgraciado con Alberto. Sólo queda ella para dar testimonio. El marido muerto; la hija muerta. Así empieza y acaba 'E stato così' (1947), la novela corta de Natalia Ginzburg, transformado en monólogo escénico por Amagat Teatre con el título 'Com una nina'. El espectáculo protagonizado por Raissa Brighi se ha instalado en La Vilella, la nueva sede estable de la Saragantana.
Un largo flash-back recorre la vida sin grandes alegrías y muchas tristezas de una mujer invisible –hasta que el asesinato se cruza en su destino– que acepta casarse por su terror a la maldición de la soledad en femenino. Brighi y Francesca Romana Degl’Innocenti han llevado este relato de aire realista a una dimensión metafórica, con el espacio ocupado por los objetos que atesoran los recuerdos de una vida anónima. Objetos ahogados en la densidad del agua. Una imagen lograda, aunque lo más interesante de esta propuesta es la intimidad que persiguen. Un aire entre confesión y confidencia, entre acto de contrición y de liberación.
El mensaje de la autora y activista italiana llega nítido, sin que la poesía rebaje la crudeza de su retrato de una mujer sin atributos. Si Brighi tuviera que luchar menos con una lengua que no le es propia, Com una nina sería una perfecta píldora amarga.