Estrenado en febrero de 2019 en Sudamérica, el nuevo espectáculo del actor, músico, showman y payaso Guillem Albà es un guiño al público familiar, a quien básicamente está destinado este entretenido espectáculo de raíces muy targarinas (de la Fira de Tàrrega, queremos decir) como me señalaba un colega. Una propuesta que quiere reír y hacer reír planteando las prisas de la vida moderna de las que nadie parece escapar. Ni él mismo, que el día del estreno en Barcelona corría para empezar una función que se retrasó hasta media hora con la suerte de que espectadores se lo tomaron con mucha calma haciendo honor a la invitación del payaso.
El payaso de este "putifacético" actor se levanta sobre la base de la gran capacidad de relacionarse con el público para hacerlo participar de la fiesta que él solito se monta sobre el escenario. Empatía, pues, y una profunda ingenuidad que le sienta muy bien al personaje y que se desarrolla con acciones y situaciones que van desde la cotidianidad de los estresantes móviles hasta el poético viaje al fondo del mar pasando por una auténtica carrera de fondo para ilustrar la repetición del ciclo de la vida desde que somos niños hasta que somos abuelos.
Sobre un espacio sonoro (Pep Pascual) que se el auténtico conductor de este monólogo casi sin palabras, Guillem Albà pone en solfa todas las herramientas de un actor formado en la escuela de Lecoq y en la itinerancia de una histórica compañía de títeres. Y, claro, hay títeres, hay sombras, hay magia potagia, y hay una gran generosidad en busca de la complicidad de los espectadores.
Autores: Alicia Serrat, Marc Angelet, Andreu Martínez y Guillem Albà. Dirección: Guillem Albà. Con: Guillem Albà.