Nora Navas y Clara Segura estaban predestinadas a trabajar juntas. Por separado, son una bomba. Juntas, un terremoto de magnitud 8,9 en la escala de Richter. Un incendio descomunal. Son, seguramente, las dos mejores actrices de su generación. Por separado, habían actuado en la Biblioteca de Catalunya. Pero nunca juntas, como lo harán en el 'Bodas de sangre' lorquiano que dirige Oriol Broggi, con Ivan Benet, Pau Roca, Anna Castells, Montse Vellvehí, el músico Joan Garriga (La Troba Kung-Fú) y un caballo llamado Juguetón. Ambas hacen muchos personajes. Navas nos recuerda que sólo hay uno con nombre, Leonardo, el amante de la novia, quien se lo llevará a caballo justo antes de la boda. El resto son la madre, la vecina, la criada... Gente con voz, quizá sin cara.
'Romeo y Julieta' a la andaluza
De Bodas de sangre se han dicho muchas cosas, como que es una especie de 'Romeo y Julieta' a la andaluza, es decir, más desgarrada, más al límite, más brutal. La relación entre los amantes es más oscura, más adolescente, más desesperada, aunque todo esté escrito desde la primera escena, cuando la madre se niega a darle al hijo un cuchillo, por culpa del que ya perdió el marido y el hijo mayor. Ya decía Chéjov que si en la primera escena sale una pistola, la tienes que usar en la última. Así que, si no lo saben, ya se pueden imaginar cómo termina la historia. "Esto es poesía pura, es la tierra, la cosa telúrica", dispara Nora Navas.
Actrices lorquianas
Navas es una actriz lorquiana. Ha hecho 'La casa de Bernarda Alba', 'Doña Rosita la soltera' y el max mix 'Camino de Nueva York'. Segura, hace muchos años, hizo 'Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín', lo que nos lleva a afirmar que casi se estrena con Lorca. Ambas coinciden en la increíble actualidad de su obra, aunque nos hable de cuchilladas, de amores locos y de rivalidades familiares. Se sienten, dice Navas, "conectadas con el autor". "Es épicamente contemporáneo", remacha Segura.
En contra de los clichés
Y ambas saben que tienen los clichés en contra, que Bodas de sangre es una pieza que se te puede ir de las manos con facilidad. "Puedes derrapar fácilmente y enseguida notas cuando te vas", dice Segura. Imagínese Lola Flores haciendo de madre y ya puede saber hacia donde no deben tirar las intérpretes. Cada personaje representa un rol determinado. Y el del novio, el hijo menor, es el de la modernidad, el del pobre chico que quiere cambiar el mundo, que quiere casarse con aquella, a pesar del pasado que arrastra. La novia es la mujer moderna, dueña de su destino, y quizás con quien se identificaba Lorca, apuntan las actrices. Leonardo es la aventura. La madre es la tierra. Y el resto de personajes representan la tradición, el pueblo.
La música y el tono
Clara Segura avisa de que "el tono es el más difícil" a la hora de hacer Bodas de sangre. Y que con Oriol Broggi han trabajado, como siempre, desde la intuición. El director les dijo: "Hicimos 'L'orfe del clan dels Zhao' sin ser chinos y haremos Bodas de sangre y no somos andaluces". La música de Joan Garriga sirve para aportar modernidad a un mundo que ya ha pasado por 'La leyenda del tiempo' y 'Omega'. Y el espacio de la Biblioteca, profundo, de distancias largas, nos hará, dicen, estar como en una película.