'Bodas de sangre' habla de la pasión irrefrenable, de aquella pulsión que arrastra la voluntad y desmenuza la razón, en una sociedad cerrada y ritualista donde hay poco o ningún espacio para la libertad individual. Es la obra de Lorca más estrenada y también la más compleja dentro del ciclo de las tragedias andaluzas. Y lo es, a nuestro entender, por su carga simbólica y por la intensidad de una palabra poética que nos deja en la memoria un eco persistente. Es también una obra sobre las mujeres, como 'Yerma' o 'La casa de Bernarda Alba', y una obra con grandes papeles femeninos que en la propuesta levantada por Oriol Broggi cuenta con Nora Navas y Clara Segura como estrellas indiscutibles.
Ellas protagonizan una serie de duelos dramáticos memorables, ya sea como la madre y la novia o la luna y la muerte. Y hablamos de duelos porque Broggi enmarca el texto en una realidad indefinida con aromas de western mexicano donde un esqueleto alza la trompeta para puntear una conocida melodía, y en un espacio rectangular flanqueado por dos largas vallas de madera de aquellas donde los cowboys ataban el caballo antes de entrar en el saloon.
Del caballo se habla mucho en el original y en esta versión se materializa con Juguetón, un majestuoso, atlético, bellísimo macho negro al que sólo le faltaría llamarse Jerónimo. Una presencia que sublima la siempre cuidada calidad estética de los espectáculos de Broggi y hace más patente la sexualidad apasionada que anida en el argumento y en el comportamiento del furioso Leonardo y la novia. La música de Joan Garriga, y el mismo multiinstrumentista, son los otros dos pilares de esta función que empieza temblando pero que a continuación hiela el aliento y ofrece un largo tramo final de una intensidad gloriosa.
Autor: Federico García Lorca. Director: Oriol Broggi. Con: Ivan Benet, Nora Navas, Pau Roca, Clara Segura, Montse Vellvehí y un caballo.