Un Pinter con monitores. Así comparó la crítica londinense este texto de Phil Porter. Tierna tragicomedia de dos solitarios que el azar, el accidente y la muerte unen gracias uno de esos artilugios espía para controlar a los bebés. La Carbonara Teatre ha tenido el acierto de adaptar esta singular obra que mira con amabilidad las conductas nada convencionales de sus dos protagonistas. Seres introvertidos, extraños en la gran ciudad, que desarrollan una heterodoxa relación sentimental que pasa del voyeurismo consentido a la persecución y acoso no menos aceptadas.
En medio de una escenografía mínima que se adapta fácilmente a los distintos paisajes dramáticos, Mar Solà (Sophie) y Jaume Forés (Jonah) dan vida a unos personajes -mas algún satélite- difíciles, introvertidos, obsesivamente narrativos, defendiendo un texto que juega maliciosamente con la árida verborrea discursiva de los nerds. El gesto restringido al mínimo repertorio de dos almas reprimidas, asociales, emocionalmente subdesarrolladas, capaces de alcanzar la máxima comunión compartiendo un capítulo de un culebrón australiano.
Autor: Phil Porter. Dirección: Phil Porter. Con: Jaume Forés, Mar Solà.