Marc Rosich ha reunido textos inéditos y otros estrenados para componer un fresco contundente sobre las relaciones tóxicas titulado 'Actes de Solidaritat amb el Patriarcat (ASAP)', quizá para apropiarse con sorna de la “verdad” desacomplejada y políticamente incorrecta reivindicada por las fuerzas reaccionarias. Cuatro personajes sin nombre y un invitado especial: la oscuridad de una luz con temporizador. Los episodios poseen la crueldad de las criaturas de Labute, el misterio perverso de Pinter, la franqueza sexual de Ravenhill, la dureza misántropa de Jelinek y un humor negro soterrado que conecta con el Rosich de Copi i Ocaña.
Escenas ofrecidas con una sorprendente contención interpretativa, aunque la historia evolucione hacia la farsa. Rosich director apuesta por una presentación casi abstracta de su sucesión de batallas de acoso y derribo. Violencia verbal, psicológica –sin renunciar a la brillante metáfora de la agresión física– que Xavier Pàmies, Alba Pujol, Carla Ricart y Joan Sureda defienden con una admirable austeridad emocional y gestual casi nórdica. Aunque de los cuatro es Pujol la que mejor responde a la frase “valgo más por lo que callo que por lo que digo”. Cruza los brazos y su mirada es una fortaleza interior inexpugnable.
Dramaturgia y dirección: Marc Rosich. Intérpretes: Xavier Pàmies, Alba Pujol, Carla Ricart y Joan Sureda.