Esta obra de la compañía vasca Kulunka Teatro es una delicia. Un melodrama sobre el Alzheimer que hace que salgas del teatro con unas ganas de llamar a los padres y besar a quien tengas al lado. Y es la historia de André y Dorine, dos abuelos entrañables que pisan la madera sin ganas, cansados, y se van con nuestro entusiasmo entregado. Y eso que 'sólo' nos explican un caso de Alzheimer, todos los pasos que sufre una mujer mayor y su familia cuando se le diagnostica el mal. El miedo del hijo, la incomprensión del marido, el lento y fatal borrado de los recuerdos de ella.
André, que es escritor, intentará rescatar la memoria común haciendo lo que mejor sabe hacer: escribiendo su historia. Pero llegará tarde, ya que ella habrá perdido ya la capacidad de leer. Pero podremos ver en escena trozos de su vida, cuándo y cómo se conocieron, como fue el primer beso, la boda... Y seremos capaces de esbozar una sonrisa ante el drama. Hay escenas antológicas, clásicos del mundo de los gags, como la de la espera en la consulta del médico. Y las hay que nos romperán por la mitad, como la del baile, clímax de una obra que deberían ver todos los hijos del mundo.