Si Bárbara Granados está al piano, Pep Molina espera en primera fila a ser llamado al escenario para cantar 'Teresa' de Ovidi Montllor y 'Aline' de Christopher, pasan los minutos y no aparece un poema de Benjamín Prado, el poeta coronado es León Felipe y Mario Gas recuerda a Santiago Sans con 'L’absence de l’ami' de Bécaud, quizá sea un jueves 10 de enero y estamos en La Gleva para una nueva sesión de 'Amici miei'. El éxito de la pasada temporada ha animado a Gas a recuperar este formato de cava musical y poética –afrancesada sin disimulo- que cada noche cambia según el ánimo del rapsoda y el perfil del amigo invitado.
Gas recita, lee y canta como si estuviera en el salón de su casa; incluso intenta sin éxito provocar al público -más contemplativo que participativo- a encender La Gleva con un acto de 'agit-prop': está dispuesto a someterse a una entrevista de cinco preguntas sin censura. Ningún entrevistador en la sala. Lástima. Mientras, con su nívea cabellera iluminada como un halo, desfilan Papasseit, Martí i Pol, Estellés, Lope de Vega, Lorca, Gil de Biedma, Bonet, Albertí, Foix, Sagarra, Fernán Gómez, más poetas y una poetisa finlandesa. Y con su rotunda voz, perfecta dicción y medida intensidad, abriga con amical calidez a los espectadores.
Creación e interpretación: Mario Gas.