Un campo de refugiados. Una arquitecta catalana idealista que cae en ese pozo de desesperación para ayudar a otras personas cuya vida se limita a esperar sin horizonte que algo ocurra. La esperanza –o una fracción– se concentrará en la construcción de una biblioteca. La dramaturgia de Laia y Aura Foguet (Companyia La Viciosa) destaca por explicar qué ocurre en un lugar tan deshumanizado con la sencillez de una narración antigua. Puede parecer incluso un punto naif. Pero ese candor idealista se ajusta a la perfección a la mirada tan bienintencionada como fugaz y superficial de los voluntarios que interrumpen temporalmente su cotidianidad del primer mundo para ayudar a “los otros”.
La apuesta funciona también porque cuenta con un trío de intérpretes (Georgina Latre, Manar Taljo y Moha Amazian) que conecta con esa atmósfera ligeramente alejada de la realidad de una tragedia abrigada por sinceras emociones. Miedo, aburrimiento, desesperanza, dolor, tristeza, amistad, alegría, concentrados en un texto que busca que el espectador se deje llevar como si escuchara un cuento, aunque sea con la musicalidad del árabe. Y el tiempo que se detiene -con diferente significado- para cada uno de ellos.
Idea Original: Laia Foguet. Dirección: Aura Foguet.Dramatúrgia: Laia Foguet y Aura Foguet. Con: Georgina Latre, Mandar Taljo y Moha Amazian.