8 claves para entrar en el teatro de Josep Maria Miró

Hay hoteles en 'La dona que perdia tots els avions', 'Fum', 'Olvidémonos de ser turistas', 'La travessia'... Más que habitaciones de hotel, son personajes de nuestro mundo en lugares que no son suyos, con normas diferentes. Cuando mis personajes se encuentran fuera de casa, descubren que son infelices o que el mundo no va bien. Me gusta llevarlos a un espacio que no sea su espacio de confortabilidad, para que empiecen a salir los problemas.

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Un actor me preguntó: ¿a ti qué te pasa con las piscinas? Salen a 'Nerium park', 'El principi d'Arquimedes', 'Temps salvatge', 'Obac'... Las piscinas son el espacio donde he sentido más deseo y más miedo. Cuando hablo con mis alumnos, les digo que piensen en espacios que quieran decir algo. Si haces una obra que pasa en un comedor, los personajes pueden ponerse a hacer una tortilla, lo tienen todo a mano. En cambio, si los sitúas en una habitación de hotel, no pueden hacer nada y, por tanto, toda la acción pasa por el personaje, por la emoción. Los dejas desnudos.

Digo siempre que el teatro es un espacio donde tu eres propietario de la mirada, a diferencia del cine, que te dirige la mirada. En un mundo donde el 'selfie' es el protagonista, esta obra propone girar la cámara hacia fuera.

'Olvidémonos de ser turistas' es un dietario de viajes. Nunca pongo lugares concretos. Y esta es la primera obra que los pongo: sale Foç de Iguaçú, Catamarca, Uritorco (cerca de Córdoba). Recorridos que he transitado. Más allá del Josep Maria viajando, es una obra que no existiría si no hubiéramos tenido la oleada migratoria de principios del 2000, con la crisis del corralito, ni sin lo que pasó entre 2008 y 2014, cuando nuestros jóvenes se vieron abocados a irse, en Argentina y en muchos otros lugares. Todos los personajes están en tránsito. La obra habla de por qué nos vamos de casa.

(Josep Maria Miró es uno de los dramaturgos de más éxito en Buenos Aires. 'El principio de Arquímedes' ha hecho cinco temporadas en el Teatro San Martín y el año pasado vivió el estreno absoluto de 'Obac', una pieza que aquí no hemos visto. También han hecho con mucho éxito 'Nerium park'. 'Temps salvatge' se estrena en agosto)

El concepto de verdad y mentira está muy presente en mis obras. El hombre, desde el principio de los tiempos, busca la verdad, una respuesta. Todos buscan respuestas. Al principio de 'Olvidémonos de ser turistas', Carmen y Enrique se lanzan 200 réplicas interrogadas. En cada obra, abro preguntas. Xavier Albertí dice que una obra que comienza con una pregunta, tienes toda la obra para contestarla.

El miedo es la gran movilizadora del siglo XXI. El miedo a lo desconocido, el miedo a la violencia... Me fijo en las campañas electorales se han convertido en campañas del miedo, en construir un concepto de 'nosotros' a través de un enemigo. A mis personajes, el miedo les hace equivocarse, precipitarse, actuar... En 'Temps salvatge', un personaje dice que todo va tan rápido, es tan salvaje, que no hay espacio para la reflexión. El miedo es lógico, comprensible, pero me preocupa cuando es bloqueador.

'Nerium park' y 'Temps salvatge' tienen en común la colectividad. En 'Nerium park' habla de qué pasa cuando una pareja va a vivir un lugar pensado para la colectividad y la colectividad no existe. Y aquí habla de qué pasa cuando la colectividad tiene unos fundamentos que no son sólidos. En 'Temps salvatge' se ve que una colectividad está abocada al fracaso si tiene unos cimientos frágiles. Cuando sitúas los problemas fuera cuando, realmente, los tienes dentro.

Hay muchas referencias en Europa, a esta Europa miedosa, que tiene miedo de todo lo que viene de fuera, que le cuesta introducir refugiados, aceptar la diferencia, que tiene miedo, y que tiene un montón de problemas para resolver en casa. También es importante el concepto de género. No me olvido de aquella pancarta en el campo del Espanyol que decía 'Shakira es de todos'. La mujer como elemento de mercadeo.

Soy un tipo tranquilo, optimista, relajado. En mis obras, puedo parecer pesimista. 'Olvidémonos de ser turistas' está cargada de humanidad. En 'Temps salvatge' también hay estos personajes que intentan encontrar fórmulas y pactos de convivencia... La dramaturgia debe ser un espacio relacionado con el tiempo, tanto el de antes como el de después. Aquí hay un personaje que viene vomitado del pasado, cuando representa que viene del futuro. Y pone en conflicto el presente. Es una niña de 17 años que se pregunta: ¿este es un lugar hermoso para vivir? Una pregunta que me hago a menudo.

Cuando entré en el Institut del Teatre, pensaba que ya sería un milagro estrenar en el teatro más pequeño de Barcelona. Desde 'La dona que perdia tots els avions', en 2009, hasta ahora estamos hablando de once textos. Entonces era impensable... Ya estoy escribiendo dos cosas nuevas. Cada vez que veo un 'Arquimedes' me hace una ilusión tremenda. No soy el mismo que cuando la escribí, en 2011, pero todavía me siento muy orgulloso.

Antes, cuando ligaba por la noche, decía que era administrativo o que trabajaba en un súper. Decir soy escritor, pesa. En algún momento tengo la tentación de hacer algo en narrativa. ¿Poesía? No. Me parece algo muy complejo.