Una noche de fiesta por todo lo alto. Un fin de semana de descontrol. Alcohol, pastillas, música... Si ya es difícil hacer una escena en una obra que no parezca postiza, con pocos ejemplos exitosos (en 'Jerusalem', por ejemplo), no me puedo imaginar lo que es levantar una función que hable de esto, que sólo sea eso, tres amigos que deciden darlo todo durante un par de días en la mítica Ruta del Bakalao. Ahí está el callejón sin salida de '42 km ', la cual, además, quiere ser "una reflexión profunda" de lo que fue la escena valenciana de los años 90.
A la pieza que ha montado Roger Torns con unos esforzados Diana Gómez, Georgina Latre y Rafa Delacroix le sobra el adjetivo a la intención. Si es complicado reflexionar sereno, en las nubes psicotrópicas la filosofía se despeña contra el suelo en un santiamén, de tan pesada y vacía. Pero nos podemos quedar con la mirada perdida de Gómez, la locura facial de Latre, la lengua pastosa de Delacroix, tres actores que buscan verdad a la juerga. En la 'Valenciana' de Jordi Casanovas estaba, porque había una historia que contar. En '42 km ', que podría ser su 'spin-off', no la hay. Sólo tres personajes que buscan a un autor.
Dirección: Roger Torns. Dramaturgia: Manel Arévalo. Intépretes: Rafa Delacroix, Diana Gómez, Georgina Latre.