La revolución sexual más reciente la protagonizan un grupo anglosajón de mujeres que en diferentes medios artísticos, teatro, cine y cómic, analizan y desgranan lo que significa el sexo en nuestra sociedad. Elucubran, con libertad, inteligencia y humor como arma imprescindible, sobre nuestros instintos más bajos y el porqué de estos deseos. Lena Duham muestra en su premiada serie de la HBO 'Girls' cómo el sexo desde la adolescencia hasta la madurez, supeditado a la cultura, determina nuestra forma de ser y actuar. Sarah Haskins, Margaret Cho y Amy Schummer, reinas del stand-up comedy, usan el humor como herramienta feminista para barrer estereotipos de género y, sobre todo Amy Schummer, para reír e ironizar, por fin, sobre las tonterías sexuales que hacemos las mujeres, sobre todo cuando bebemos.
En el cine, las películas 'La boda de mi mejor amiga', 'Bachelorette' y 'Pitch Perfect' ponen en duda el escándalo y la denuncia social de las nuevas corrientes eroticofestivas como el 'mamading' o el 'babosoak' (años antes de la juerga mallorquina ya se practicaban en fiestas de graduación americanas) quitándole hierro a este tema y apostando por el humor com único agitador de neuronas para débiles y enajenadas: por ejemplo, haciendo saber a las chicas que practican 'mamading' que la composición del semen lleva agua, azúcares esenciales, sustancias alcalinas, protaglandina, zinc, vitamina C y colesterol; además de 5 a 25 calorías por eyaculación (todo depende de la alimentación del donante). El humor como ara política y analgésico contra el miedo.
Erika Moen, dibujante de cómics, publica cada semana en su blog, -con más de 25.000 seguidores en Twitter- una tira hablando sobre sexo, juguetes y la industria del porno. Y webs como la de Sunny Megatron llevan el sexo a los medios de comunicación de forma lógica y sin censuras. Sunny, educadora sexual especialista en BDSM, y su pareja, Ken Melvoin-Berg, escriben y protagonizan vídeos donde explican la otra cara de las prácticas anales, los juguetes sexuales y las mamadas. Después de ver sus vídeos, tienes la sensación de haber aprendido mucho sobre sexo. Te alivia saber que lo que te avergonzaba no tiene tanta importancia y, además, que te has reído mucho sin caer en ningún cliché de género, masculino o femenino.