Comer en este restaurante de coreano es una experiencia: entras en un universo de anime y fritura pop. Fèlix, el cocinero y propietario, es chino, pero del nordeste de China, frontera con Corea. Así que sabe lo que se hace. Está especialmente orgulloso del hit de la carta: el pollo frito en nueve cuadrados, un tipo de 'bento' con doce piezas de pollo. Un juego del ganso indulgente y comilón, donde saltaréis –¡es para dos!– por casillas como el pollo frito aliñado con cheddar en polvo, el de salsa de ajo y soja, el clásico coreano, el picante agridulce, el rebozado con mostaza y miel y el frito con salsa de yogur y peta zetas. Otra rareza creativa que solo encontraréis aquí: 'hot pot' de pollo frito.