Desde finales de la década de los 70, Maria Xandri está al cargo de unos fogones que siguen fieles a los platos y a la esencia de una casa de comidas clásica, e incluso los precios son del siglo pasado: tres platos y postre por sólo 8,5 euros. Son versiones humildes pero dignísimas de clásicos de la cocina catalana: canelones, capipota, lentejas guisadas ...
En consonancia, también decoración y mobiliario nos dan una sensación pretérita absoluta y, sin embargo, la estricta limpieza hace que parezca recién inaugurado. Hijo y nuera reparten platos con familiaridad y proyectan el negocio hacia un futuro mestizo: ahora los domingos nos proponen cocina peruana.