1. Terrazas y rincones
Cuando entréis en el Vista Corona tendréis la sensación de haber viajado a la velocidad de la luz. Os sentiréis en el puro trópico, también en el interior del local, decorado con la calidez de los muebles de madera y lleno de rincones con estilos muy diferentes y de aire desenfadado. Lo mejor, sin duda, el impresionante jardín vertical que cuelga de una de sus paredes. El exterior, el lugar ideal para disfrutar de las vistas Corona en mano, ofrece dos terrazas espectaculares a partes iguales. Una, que queda aislada frente al local, está rodeada de vegetación y se levanta en una gran tarima de madera. La otra es un chill out en toda regla: canapés, enormes pufs, comodísimos sofás… Un lujazo desconectar aquí con estas vistas superlativas del mar y la ciudad.