La terraza del Väcka es preciosa: mesas entre la vegetación y los árboles de una masía urbana en el centro de Poblenou. A un paso del asfalto y el tráfico de Almogàvers, entras en un pequeño oasis urbano. El Väcka -nada que ver con bovinos- es un restaurante vegano y su nombre significa 'despertar' en sueco. Forma parte del vivero de empresas Nest City Lab, y si pides la clave del lavabo, tendrá la oportunidad de cruzar un espectacular huerto, más bien bosque, aeropónico, que significa cultivar vegetales sin tierra.
Cada día hay un espléndido menú de mediodía -con hierbas y vegetales directos del huerto- y una carta donde el queso vegano tiene una importancia capital: Max Boniface, el cocinero, es uno de los grandes elaboradores de este alimento y le cedemos la palabra: "Siempre digo que el queso no es un productor sino un proceso. Y con una base de frutos secos y semillas y respetando procesos tradicionales puedes llegar más o menos al mismo resultado que con un queso de materia prima animal, a nivel de textura, sabor y aroma". Ejemplos? Un roquefort con guisantes verdes, o su 'mözzarella', que aplica en un bocadillo planchado con pesto
-¡albahaca cogida a un metro! - y salsa de tomate fresco y tomates secos.