Quería disfrutar de un restaurante vietnamita y escogí el Un Capítulo de Vietnam. Hay cola, y la primera impresión es la de un restaurante de barrio, lo que me gusta bastante. El problema de las cartas de estos restaurantes asiáticos es que son muy extensas y necesitarías un plan quinquenal tipo soviético para probarlo todo. Con una sola comida, siempre te quedas con la sensación de no haber escogido la mejor de las recetas.
Vista la oferta, me decanto por el menú especial del día, que no sé porqué es especial, ya que el menú normal también es poco especial. Primero, pido 'nems'. Unos son fritos, rellenados de carne y con una hoja de lechuga y menta para envolver; los otros son frescos, rellenos de gambas, fideos, menta y vegetales. De segundo pido un 'xá xiu', lomo de cerdo asado con maceración vietnamita, acompañado de una salsa de cacahuete y sésamo. Es bastante bueno, pero me hace reflexionar. Aquí hay que venir en grupo y llenar la mesa de platos para picar. Así uno puede disfrutar transversalmente de una cocina extensa y para todo tipo de paladares. Los postres en estos restaurantes son un drama.