Trattoria Italia

Los que hemos disfrutado y añoramos las auténticas 'trattorie' de Roma podemos alegrarnos de la apertura de la Trattoria Italia, como también están de enhorabuena los barrios de Vilapicina y Horta, ligeramente abandonados gastronómicamente ante la avalancha de nuevas aperturas en el Eixample. Familiar como mandan los cánones, Nicola, Adriana y Simone (suegros y yerno) permiten reencontrarnos con una soberbia y auténtica pasta 'alla carbonara', uno de los platos estrella de la ciudad eterna. Desde mi estancia en la capital italiana que no la encontraba tan buena y rigurosamente hecha, con el 'guanciale' (tocino) auténtico.

También son excelentes todos los tipos de pastas con su salsa idónea, así como la focaccia, la burrata y los 'blinis' turineses (Adriana prepara este tipo de pequeños ravioli como lo hacía su abuela, también piamontesa) y las propuestas diarias del menú (10,50 al mediodía, 16 de noche). Los 'antipasti', el 'vitello tonnato' (carne cortada fina con salsa de atún), los pepperoni con salsa de anchoa y la lengua en salsa verde, entre otros, son auténticas delicias. Vale la pena desplazarse, no sólo por la calidad de la cocina, que tiene la única pretensión de gustar y respetar las viejas recetas, sino también en materia de vinos.

Nicola siempre está dispuesto a recomendar y explicar los platos del menú y profundizar, si desea aprovechar para daros algunos caprichos de la carta, como los 'pappardelle' cremosos con trufa. En cuanto a los postres, son caseros y preparadas por Adriana, como la 'pastiera napoletana' y las 'crostate' y la amplia repostería del sur de Italia, tan mezclada entre las aportaciones europeas y las provenientes del mundo árabe. Los nostálgicos de la 'vecchia trattoria' tienen una cita infalible.