Historia bonita: el abuelo de esta gente, gallego, fue a Argentina y se ganó la vida adaptando al estilo argentino la empanada gallega (un arte culinario que enseñó a su nieto). Y cuando éste, por azares de la vida volvió a España, lo puso en práctica en la apertura de una pequeña cadena de empanadas argentinas.
Historias emotivas -o lacrimògenas- aparte, lo cierto es que Tío Bigotes ofrece una muy buena relación calidad-precio con respecto a la empanada argentina. La mayoría cuestan un par de euros y son mordeduras potentes, llenas de cremosidad y jugosas. No se rompen la cabeza en cuanto las recetas, pero son muy efectivas: la empanada de carne picante -jugosa, de picante intenso, es muy adictiva– y el otro gran 'hit' del que escribe es la de chistorra, con el cerdo picantito inseparable de la masa de mozzarella fundida.