El nombre es adecuado y no hace referencia a delirios de grandeza: Superlocal es un restaurante muy grande, y sobre todo, la procedencia del producto responde a la estricta proximidad; no hay nada en la carta que no sea producido a más de cien km de distancia del Port Olímpic, con especial preferencia por pequeños productores. Este restaurante del Grupo Pantea, abierto a finales de 2024, tiene una carta que hace justicia a su capacidad (unas 250 personas sentadas y 500 de pie): encontraréis desde tapas y platillos donde el vegetal es el protagonista, hasta arroces, pescado fresco y carne a la brasa. Es muy de agradecer que hayan sofisticado y slowfoodizado la oferta de tapas. Nos encontramos con unas buenísimas croquetas de remolacha y queso azul ceretano, o una ensaladilla donde la berenjena ahumada gana la partida a la patata, con setas, huevo y capuchinas. Si os los queréis gastar, el pescado es fresco de la costa catalana: por ejemplo, una cazuela de pescado salvaje con refrito de ajo (aunque destacan que todos los platos están pensados para compartir).
Sobre todo los arroces: podéis pedir un arroz para uno y partirlo como si fuera una tapa. Atención al arroz de pulpo, a la brasa, con porros trinchados, con el punto meloso del arroz a la cazuela y porros confitados. Y ojo también al apartado de pizzas, de lo más recomendable. Hechas con harina de Banyoles, tienen 72 horas de fermentación, y las clásicas salen a precio de barrio, no a precio de balcón gastronómico de la Vila Olímpica. Eso sí, la terraza es magnífica, luminosa, y produce un estado de descompresión cercano a la felicidad.